Mi historia... mi evolución



SOBRE MÍ
Actualmente acompaño a las personas a conocerse ell@s mismos para que puedan  valorarse y  sacar su mejor YO. Lo hago mediante herramientas que comparto según las necesidades de cada momento, con sesiones individuales on-line y presenciales. La finalidad de este proceso de acompañamiento no es solucionarle el problema a nadie. La idea es poder tomar conciencia de lo que somos, y adquirir e integrar de forma permanente la capacidad de auto-observación, la toma de conciencia y las herramientas necesarias para aceptar y resolver todas las circunstancias de nuestro día a día.


MI PROCESO

La vida me ha dado un Máster de primera. Siento la necesidad de compartir con aquellas personas que lo deseen todo aquello que he aprendido. Por esa razón he puesto en marcha este proyecto.
En mis inicios, yo no tenía ni idea de que eran las terapias alternativas.

Mi fortaleza y las ganas de hacer cambios de vida, me llevaron a lanzarme a la piscina. Eso fue en el año 2007.

No me daba cuenta de que estaba sosteniendo  una forma de hacer que ya no tenía sentido para mí. Los principios no fueron fáciles, todo era crecer sin conciencia, mucho esfuerzo, poca recompensa y al cabo del tiempo sufrimiento.

Gracias al trabajo y crecimiento personal que había empezado unos años atrás pude comprender el miedo que tenía al fracaso, y a verme como era, miedo al ¿Qué dirán de mí? ¿Qué haré? Eso me rompió por dentro. ¿Qué sentido tenía eso? ¿Sufrir toda la vida solo por miedo, solo por  a lo que los otros pensaran de mí? Ahí solté y pude volar. Pero gracias a esas etapas pude valorar y darme cuenta de lo que me gustaba, de lo que quería.

Me llené de ilusión, motivación. Y cambió todo.

¡Me siento libre, con ganas, energía e ilusión de seguir acompañando a las personas!


Y aquí estoy.

Tu pasado no lo puedes cambiar, si lo estudias y lo comprendes, todo te cambia. ¿Qué arrastramos? Y sobre todo... ¿Para qué? ¿Qué creencia tenemos que nos impide soltarlo? En mis sesiones intento mostrar maneras de verlo. Hay miles de técnicas y caminos. Todos son buenos, todo está bien, y lo más bonito, es respetar el proceso de cada persona.




                                                                                       Maria del Mar Morant Mulet

                          Cuerpo, mente y espíritu: ¡equilíbralos!

                                                             "  LA INFORMACIÓN ESTA EN TI "




Comienza por tomar conciencia.
Cuando no te sientes bien, cuando no sabes que te pasa, cuando te preguntas.......¿ que sentido tiene mi vida?,
Ahí es hora de querer cambiar la manera en que vemos, vivimos y gestionamos nuestro día a día.
Lo tienes todo en ti. Solo te tienes que observar, escuchar y buscar en tu interior.
Muy presente en nuestro día a día es la mente. Imposible escapar de los pensamientos, las emociones, de la toma de decisiones, preocupaciones... Cuidar la mente implica cuidarnos a nosotros mismos. Tómate el tiempo de conocerla, de conocerte. La escritura y la lectura pueden llegar a tener grandes beneficios para tus emociones, por ejemplo. Aprender, fijarte en cómo trabajan su equilibrio vital otras personas, también es beneficioso y muy enriquecedor.
El espíritu, el alma, eso que nos caracteriza y nos hace únicos, otro elemento que nos define, mucho más fácil de descuidar. Esta parte no material de nuestro ser debemos cultivarla, mimarla y quererla.
Pero ¿cómo? Resulta tan sencillo como tomarte el tiempo de pensar en ti y concentrarte en sentirte bien durante ese momento que te regalas cada día. Enfocar tu presente, el aquí y el ahora, desde el adulto, ser plenamente consciente de ti mismo. Dar las gracias por las cosas buenas que nos ha deparado el día. Trabajar las emociones que nos han afectado negativamente... la meditación es una herramienta que nos puede ayudar mucho,. Apaciguar el cuerpo y la mente revitaliza el espíritu.
El cuerpo, el único que tenemos, el que no sabemos como cuidar, y descuidamos.
Cuando viene a informarte, hay que prestarle atención. Es momento de escuchar  el  porqué y el  para que ha venido la enfermedad,.

Trabajar el mensaje que nos da nuestro cuerpo, nos ayuda a mejorar.

Si vemos que hay daño celular, es hora de activar nuestro cuerpo con la ayuda de la medicina nutregenómica.